Un contrataque en el fútbol es una táctica que utilizan los equipos para aprovechar el espacio disponible en el campo y crear oportunidades de ataque después de haber recuperado el balón. Los contrataques suelen ser rápidos y ofensivos y se basan en la velocidad y la habilidad de los jugadores para superar al equipo rival y llegar al área de portería.
Los contrataques suelen ser muy efectivos cuando el equipo rival está en el proceso de atacar y ha dejado espacio vacío en el campo. Los equipos pueden aprovechar este espacio para avanzar rápidamente y crear oportunidades de gol. Los jugadores deben tener buenas habilidades técnicas y una buena visión del juego para poder distribuir el balón de manera efectiva y crear oportunidades de ataque durante un contrataque.
El contrataque se define como la acción de “quitar el balón al contrincante e intentar llegar de forma rápida a su portería, sorprendiéndole de manera que no logre replegarse ni organizarse defensivamente y explotando los espacios libres que dejó al anticiparse”.
Su definición no deja sitio a dudas en lo que se refiere a su interpretación, más allá de que son varias las formas de entrenarlo. No debemos confundir con el ataque directo que es una acción de ataque rápida y vertical sin antes haber ganado la posición del balón.